Las líneas diagonales son las aliadas perfectas para conseguir una fotografía dinámica. Si antes hemos dicho que las líneas horizontales se empezaban a leer por la izquierda y que las verticales se solían leer de arriba hacia abajo; los ojos tendrán comportamientos parecidos con las líneas diagonales. En función de la composición de la fotografía, habrá dos opciones para la lectura de las líneas diagonales de nuestra fotografía:
- Dirección ascendente. Se dará cuando las líneas estén colocadas de manera que el ojo empiece a leerlas desde la esquina inferior-izquierda y se dirija hacia la esquina superior-derecha. Al tratarse de una dirección (metafóricamente) ascendente, dará más sensación de esfuerzo, de lentitud, de poder.
- Dirección descendente. Cuando las líneas estén colocadas de forma que el ojo empiece a leerlas por la esquina superior-izquierda y las siga hasta la esquina inferior-derecha conseguiremos una dirección de lectura de la fotografía descendente (de nuevo, metafóricamente, claro). Así, este tipo de líneas nos darán más sensación de velocidad, de movimiento suave y continuo.
Además, las líneas diagonales también son perfectas para crear profundidad en tus composiciones, pues la perspectiva hace que unas líneas rectas y paralelas terminen convirtiéndose en líneas diagonales convergentes.
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